El Paro Registrado de octubre afecta especialmente a les Illes Balears

Acaban de salir los datos de Paro Registrado correspondientes al mes de octubre y les Illes Balears encabezan las tablas de crecimiento de las estadísticas, tanto a nivel intermensual como interanual. Tratándose del primer mes tras septiembre (el último de los 'veraniegos'), mucho nos temíamos que los números iban a deparar este titular, lo cual no deja de conllevar una necesaria reflexión.

Con respecto al mes anterior, el paro subió en nuestra comunidad un 5,97% en octubre (4.601 personas paradas más). Mientras, en comparación a octubre de 2019, esta estadística se incrementa en un 61,5% (31.127 parados/as más). Con todo ello, la cifra actual de personas paradas en Balears es de 81.713, de las que la mayoría son mujeres (43.799, por 37.914 hombres).

Las consecuencias de la crisis sanitaria se agravan en términos laborales en una región como la nuestra, en la que la dependencia del sector turismo (de verano) es preocupantemente cortoplacista. Ello, a su vez, dados los tipos de contratos y ámbitos de trabajo que dependen del sector, deja más expuestas a las mujeres, las cuales en un alto número han quedado más desamparadas por pertenecer a actividades muy estacionalizadas, inestables, dependientes de tareas puntuales y con condiciones laborales muy precarias (sector de la limpieza, empleadas del hogar, departamentos de hoteles donde las tareas siguen siendo predominantemente 'feminizadas', etc.).

USO Illes Balears recuerda que solo los acuerdos políticos-económicos-empresariales-sindicales-sociales VALIENTES serán capaces de generar ilusión ante los meses que vienen. Y esos acuerdos no significan 'pasar el aluvión' de los meses de menor actividad económica en Balears 'cuanto antes y como podamos' y esperar a que el próximo verano lo arregle todo. Ello sería sinónimo de improvisación. En este sindicato instamos a analizar la situación desde una perspectiva más amplia, empezar a poner ya, hoy, las bases de nuevas directrices productivas, invertir en nuevos sectores, dejar de creer que el turismo de verano (con el modelo que se ha seguido aquí) es la cura de todos los males, implantar proyectos sostenibles, ofrecer a los jóvenes esperanzas para desarrollar en les Illes su futuro profesional y, como vemos un mes más, asentar las bases de contratos laborales más duraderos, más estables y no precarios, especialmente para las mujeres.